Si la pregunta se la hacemos a un musulmán nos mirará extrañado ya que Ramadán es el nombre del 9º mes del calendario islámico con lo que la pregunta sería similar a preguntar a un occidental ¿Cuándo empieza septiembre? Pues el día 1 ¿no? Lo que pasa es que el calendario islámico se basa en meses lunares con lo que la fecha exacta del inicio del Ramadán respecto a nuestro calendario solar no es fija. Otra pregunta más sencilla ¿Por qué es tan importante este mes?
El ayuno en el mes del Ramadán es uno de los 5 pilares del Islam . Durante este mes los musulmanes no pueden comer, beber ni mantener relaciones sexuales mientras pueda verse el sol. Aquí es dónde vuelve a tomar importancia la fecha del año solar con la que coincide el Ramadán. Yo, personalmente, preferiría no abstenerme de ninguna de estas tres cosas durante un día de principios de julio en el que el sol alumbra el mundo más de 15 horas. Puestos a ayunar, ayunaría a finales de diciembre que la cosa se queda en 9 horitas más o menos. Lo malo, como hemos dicho, es que esta fecha es movil y la forma de calcularla no es tan sencilla como la de nuestro domingo de pascua (el primer domingo después de la primera luna llena tras el equinoccio de primavera, fácil ¿no?).
La mayoría de calendarios lunares compensan la diferencia con el calendario solar (unos 10 o 12 días) añadiendo un mes extra cada tres años. Históricamente el calendario árabe antiguo también funcionaba así pero con la llegada del islam se perdió esta costumbre haciendo que las fechas islámicas se desplacen por el calendario solar hasta volver al punto inicial cada 32 años «cristianos» que equivalen a 33 años «musulmanes». Otro detalle que influye en la fecha del Ramadán es la subjetividad a la hora de percibir «el primer creciente lunar» que es cuando realmente empieza. Además de que las fases lunares son ligeramente variables dependiendo del lugar geográfico, resulta que el Corán prescribe que la observación debe ser a simple vista así que en cada país islámico hay unos señores que se suben a un sitio alto para escudriñar la luna creciente que anuncia el Ramadán sin telescopio que valga.
En conclusión. Mañana (más o menos) empieza el Ramadán así que si usted es musulman y quiere suavizar el trance, viaje al hemisferio sur y se «ahorrará» unas cuatro horas de ayuno al día.